Situada en la privilegiada zona sur de Río de Janeiro, junto a los barrios con el IDH (Índice de Desarrollo Urbano) más alto de la ciudad, la favela Rocinha tiene cualidades únicas de desarrollo territorial compacto y expresión social, económica y cultural heterogénea. Sus condiciones sociales y geográficas darán lugar a lo que hoy se denomina uno de los territorios con mayor índice demográfico de la ciudad y la falta de infraestructura urbana para hacer frente a esta densidad y la especulación inmobiliaria informal serán estructurantes para la precariedad de la vida urbana en este territorio.
Al mismo tiempo, a pesar de las debilidades históricas en el ámbito del saneamiento y la vivienda digna, los espacios abiertos y públicos adquieren cualidades propias de la narrativa de sus usuarios y revelan potenciales de calidad urbana, abiertos a la interacción y resignificación de los residentes en sus diferentes grados de privacidad y que también consideran los lugares como símbolos de la memoria.
Para el desarrollo de propuestas urbanas sistémicas, se selecciona el subbarrio de Vila Verde como proyecto piloto para la aplicación de propuestas de tratamiento de aguas y disponibilidad de espacios públicos. A partir de la comprensión de la morfología existente, el proyecto busca liberar la pendiente de la conformación de las casas existentes. Un proceso de arqueología del paisaje en el que el curso del río, actualmente cubierto, y los nuevos espacios públicos tendrán un diseño que respete la estructura urbana existente potenciando las relaciones sociales. Acupuntura urbana en territorios informales basada en la interpretación morfológica, proponiendo soluciones locales para el uso del agua como recurso natural, cultural y paisajístico.
Como metodología de participación social, el proyecto busca aprovechar el capital social y la ingeniería de rocinha para crear usos y apropiaciones del espacio público como energía motriz del proyecto. Con el uso de herramientas digitales accesibles, como teléfonos móviles o tabletas, el proyecto abre la posibilidad de que los vecinos propongan ellos mismos el diseño del espacio público y que este producto sea material para el desarrollo de proyectos urbanos más cercanos a las demandas de los vecinos.