“-Ésta es una ciudad completa, redonda -dijo Chucho Flores-. Tenemos de todo. Fábricas, maquiladoras, un índice de desempleo muy bajo, uno de los más bajos de México, un cártel de cocaína, un flujo constante de trabajadores que vienen de otros pueblos, emigrantes centroamericanos, un proyecto urbanístico incapaz de soportar la tasa de crecimiento demográfico, tenemos dinero y también hay mucha pobreza, tenemos imaginación y burocracia, violencia y ganas de trabajar en paz. Sólo nos falta una cosa -dijo Chucho Flores. Petróleo, pensó Fate, pero no lo dijo. -¿Qué es lo que falta? -dijo. -Tiempo -dijo Chucho Flores-. Falta el jodido tiempo.”
Roberto Bolaño, 2666. Editorial Anagrama, 2004, pág. 362
El proyecto aborda los procesos de especulación en la generación de suelo urbano en sitios expuestos al extractivismo minero.
Para ello propone la reconversión del frente marítimo de la ciudad de Comodoro Rivadavia centrando su enfoque en la reconfiguración de los vacíos urbanos resultantes de la industria petrolera, reformulando la restricción que impone la trama de pozos sin abandono técnico con una estrategia de remediación sostenible y de definición de una nueva estructuración parcelaria, revirtiendo la fragilidad ambiental, la rigidización en las relaciones ecosistémicas con el soporte natural, la precariedad y distorsión de un hábitat inmobiliariamente voraz y no planificado.
¿Cómo establecer un mapa de relaciones entre los proyectos del actual horizonte post petróleo? ¿De qué modo enfrentar las fantasmagorías del desarrollo diseminadas en entornos ahora ruinosos? ¿Cuáles estrategias implementar para hacer inteligible un tiempo proliferante y caótico como el que marca nuestro presente? ¿Cómo coordinar todas estas coordenadas, que conforman el acervo de nuestra identidad local?
Este proyecto propone otros modos de ver, una revisión de la idea de futuro que anida en el URBANISMO PROXIMO desde una dimensión cultural, haciendo inteligible el tiempo, los procesos sociales, históricos, geopolíticos, productivos y sus reversos, con sus materialidades concretas, técnicas y tecnologías.
Con un sincretismo que altera las cronologías lineales, pone en crisis los imaginarios más recurrentes, definiendo una topografía de conexiones y contigüidades insospechadas: la vuelta al mar como destino, la persistencia de un mundo en extinción, la utopía que atisba en el nuevo orden por venir, articulando un vasto umbral geográfico y temporal en el que emergen un conjunto de supervivencias, retornos y re- evoluciones.
1. El petróleo como un hecho del pasado
Abordar el problema de las ruinas y equipamientos desafectados por los procesos de reconversión productiva exige reformular la intrincada relación que la huella industrial imprime en el territorio, en la idiosincracia y en la cultura de la ciudad, definiendo las formas del hábitat urbano con sus particularidades.
La novedad del enfoque que se propone en este proyecto radica en conceptualizar un estadío vestibular, un umbral de futuro más allá del petróleo. Esto implica definir un punto de partida que contemple una progresiva “museograficación” del pasado: poner en relación el concepto de patrimonio histórico con los restos materiales de la industrialización, reformulados como bienes culturales en su triple condición de recurso para la dinamización socioeconómica, memoria del lugar y seña de identidad colectiva.
2. Transiciones: de la Company Town a la eco-ciudad lineal
Comodoro Rivadavia presenta un tejido urbano fragmentado y disperso, típico de ciudad campamento. La lógica del habitar se superpone a una topografía intrincada afectada por los remanentes de la actividad petrolera: el suelo es aún territorio productivo.
Este proyecto propone procesos de transición, negociación, mitigación, preservación, borrado y reconstrucción que investigan la morfología de estos territorios con obsolecencia programada, aplicando metodologías de selección natural para delinear un nuevo mapa del sistema ecológico urbano, un “Manual de Prácticas Ecosistémicas”, con intervenciones estratégicas y acciones tácticas regenerativas que definen un catálogo de:
- paisajes aumentados
- territorios adaptativos
- especies híbridas
3. Comodoro Ciudad de Mar
Un buen criterio de equilibrio costero es una playa continua a lo largo de la costa.
Esto NO se da en la costa de la ciudad de Comodoro Rivadavia, en la que se observa: intercalación de cabos y bahías, playas con sedimentos de tamaño variado, acantilados activos de distintas alturas y plataformas de abrasión o restingas.
Con sus 50 km de costa, la ciudad presenta un litoral marino en constante mutación, afectado por un sistema morfodinámico costero que está integrado por tres pocesos:
- hidrodinámicos
- sedimentológicos
- morfológicos
Las áreas de intervención desarrolladas son:
1. Puerto, Cerro Chenque y Area Central: lateralización, sistema CTI, relleno costero.
2. Cañadones : ecosistemas verdes de remediación hídrica.
3. Zona Norte / Km. 3.5: definición de un área de Nueva Centralidad,
ADDENDA
Habitar la frontera: entre Patagonia for export y la Patagonia como umbral
Contrastando la representación mítica de una Patagonia for export, cuyo sentido excluyente anida en enfatizar una naturaleza exótica o una inmensidad enigmática para la contemplación o la aventura transitoria, este proyecto propone un desplazamiento que se enfrenta a la crisis que la perspectiva del cambio climático está produciendo en la escala planetaria, y más concretamente en América Latina, pero que encuentra al sur del sur específicas coordenadas e imaginarios de una mutación epocal que impacta en las objetividades y las subjetividades de los sujetos y su territorio.
Intentando definir un espacio de mediaciones, su andamiaje conceptual construye representaciones según procedimientos específicos, en tanto el registro visual trabaja y metaboliza sentidos provenientes de diferentes niveles de la realidad -entendida ésta como mundo físico y a la vez entramado de relaciones sociales-.
Lo fronterizo metaforiza el proceso de ajuste, imprimiendo en la configuración identitaria de los personajes – sujetos una subjetividad border. En ellos también aparece esa “estancia fronteriza” en la que lo paradójico, la aporía, en fin, el umbral, es la forma característica de habitar/ser en la frontera:
” […] nuestra estancia movediza, esquiva y excéntrica instalada en el deslinde, habitando el borde, resulta ‘irrelevante’ o, lo que es lo mismo: in-significante…La ‘estancia entre’, in-between, instaura un espacio tercero que deslinda lo uno y lo otro, los mantiene en fricción, los mezcla, los confunde y los pone en crisis. […] Lo paradojal está inextricablemente enroscado en los regímenes vigentes, en las estrategias políticas y las distribuciones económicas. No hay paradoja porque sí, porque exista un lugar llamado frontera donde se crían o proliferan paradojas/aporías como si fueran parte de la flora o del paisaje. No podríamos, no deberíamos buscar o enunciar leyes universales de la discontinuidad y los confines. Hay historia, hay acontecimiento y hay responsabilidad política en los avatares aporéticos del margen extremo. […] Se trata no sólo de un hábitat, sino también de un modo de habitar. Los habitantes del borde se habitúan a los desbordes y a los contrasentidos. Se podría decir que el habitante de la frontera es un habitué de la entropía”.
Ana Camblong: Habitar la frontera. DeSignis: Fronteras 13, 2009
La Patagonia como oposición al centro impacta en toda su ex-centricidad, en el sentido de un confín que extrema su particularidad para proveerlo, exotismo mediante, de una cualidad de lugar único, abonando el discurso turístico de la Patagonia for export: la folclorización de la Patagonia argentina se implanta, entre otros procedimientos simbólicos, a través de la reproducción de un imaginario que la propone como pura naturaleza. (Mellado 126)
Por otro lado, existen otros desplazamientos de la representación de Patagonia desde discursos didácticos, que la promueven como baluarte del proyecto nacional o que la asocian al vacío como espacio en el que todo está por hacerse, en el sentido de potencialidad productiva.
Quizá esto explique -en parte- la recurrencia de otras imágenes que, si bien no son equivalentes, están en afinidad con el imaginario turístico: aquellas que la estigmatizan representándola uniformemente como territorio no urbano. Es decir, subrayando la construcción de la región a partir de lo que no es: la ciudad.
Esta “no urbanidad”a su vez suele estar acompañada de otra cualificación: la de una antigüedad en términos geológicos. En esto podemos leer vestigios residuales de una representación asociada a cierta idealización de la Patagonia como un lugar-otro al que la modernidad civilizatoria no ha alcanzado en su totalidad, o avanza a ritmos más pausados.
La naturaleza parece predominar sobre la cultura, con lo que la Patagonia no sólo es otro lugar, sino que también parece ser un “viaje en el tiempo”. El gigantismo naturalista ya no está ligado al imaginario del territorio como castigo, pero contiene suficiente hostilidad (aunque sea por la carencia de comodidades) y rusticidad como para que la sola llegada o desplazamiento de los sujetos en el territorio impliquen una aventura.
Paradójicamente, las imágenes de inmensidad, infinitud o espacio vacío son resemantizadas en clave alegórica para dar cuenta de una cronotopía del despojo y de la enajenación material y subjetiva:
” […] Se observa una mutación hacia una estructura económica dominada directamente por el capital financiero trasnacional que controla los enclaves de gran capital (extracción y depredación de recursos naturales como petróleo, pesca, hierro, aluminio, etc.). Respecto de los enclaves, se constata también la retirada del estado en tanto planificador (polos de desarrollo, promociones industriales) ya que no resulta rentable para las empresas privadas. Se desarrolla una estructura depredadora y parasitaria, basada en el extractivismo o, mejor dicho, en el saqueo de los recursos naturales, en el cual los problemas mal llamados “naturales” como la desertificación de la meseta, la escasez de agua potable o la casi extinción de algunas especies fundamentales para la pesca son resultado de las actuales formas del sistema económico social imperante. Se produce un nuevo marco social y de relaciones de fuerza caracterizado por una mayor explotación de los obreros ocupados, cierre de fábricas, un aumento del porcentaje de personas que no participan en actividades productivas, y una fuerte centralización económica de los recursos que pauperiza a las clases subalternas y angosta la clase dominante”.
Gatica, López, Monedero y Pérez Álvarez: Patagonia: desarrollo y neoliberalismo. Buenos Aires: Imago Mundi, 2005
Beyond Petroleoum es un proyecto del IAAC, Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña desarrollado en la Maestría Online en Ciudades en 2021 / 2022 por los estudiantes: Marina Villelabeitia y los profesores: Willy Müller, Francisco Villeda y Danielle Nina.