La presente investigación tiene como contexto de estudio la ciudad modernista de Brasilia – Brasil con sus problemas urbanos actuales y las alternativas de planificación de las ciudades periféricas. En la región periférica denominada Jardín Botánico, los temas de la dispersión urbana, los desequilibrios derivados de la forma de expansión del área urbanizada y la reducida movilidad motorizada para el desplazamiento son características de una ciudad que creció dependiente de la concentración de equipamientos públicos y actividades de la zona central, siendo este el foco de esta investigación.
En la búsqueda de minimizar los impactos que trae esta expansión urbana planificada y dependiente, la investigación propone la creación de Hubs Multifuncionales en los vacíos urbanos para reducir el desplazamiento de la población de la región para satisfacer las necesidades básicas y la creación de espacios de vida para lograr un mayor sentido de pertenencia a la región a través de estos nuevos catalizadores que pretenden crear nuevas centrífugas.
La región de la zona de estudio está ocupada predominantemente por comunidades cerradas de creación irregular y los residentes dependen en gran medida de la infraestructura de la ciudad.
La población residente es muy dependiente de las actividades esenciales -alimentación, ocio, salud y educación- en la zona central de Brasilia.
El perfil socioeconómico de la población consiste en una clase media y media alta cuya rutina diaria está marcada por la ausencia de la zona de residencia, lo que convierte a la región en un dormitorio, excepto para los niños y sus cuidadores que permanecen dentro de las comunidades cerradas sin ningún tipo de actividad de interacción.
Los Hubs multifuncionales tendrán la función de reducir el desplazamiento de la población para satisfacer las necesidades básicas, atrayendo a la población residente a la propia región, ampliando así la noción de pertenencia y estableciendo una recalificación urbana integrada.
La introducción de actividades económicas más cerca de la región periférica hace que el entorno sea más inclusivo y acogedor, ya que permite que la población se desplace a pie o en bicicleta, lo que hace necesaria la recalificación de los intersticios existentes entre los condominios que permiten una mayor seguridad para el desplazamiento y la interacción entre las personas, especialmente los niños y las mujeres.
Lo efímero de los espacios públicos creados favorece el encuentro, la visibilidad y el intercambio entre las personas y se convierten en ámbitos de contestación, estableciendo una relación complementaria con el tiempo, de enredo, de costura y de memoria.
El uso de lo efímero, además de permitir una ruptura con la tríada ciudad-mercancía-espectacularización, también se inserta como un elemento de la metodología feminista al no rechazar la inestabilidad, la incertidumbre, y abrazar las sorpresas que ofrece la intervención. Se articula como posibilidad, un acontecimiento cíclico que abarca la vida, el cuerpo y la costura, interconectándolos a través de la subversión.
El urbanismo participativo busca promover procesos de diseño y expansión de las actividades económicas, así como la reducción de los desplazamientos, incluyendo a la población en los distintos procesos de toma de decisiones, desde la legitimación de la ocupación del suelo hasta los impactos sociales, ambientales, económicos y culturales de las distintas formas de ocupación del territorio.
El proceso participativo se centra en involucrar a las mujeres y a los niños y se basa en las dimensiones de la sostenibilidad social, económica, ambiental, cultural y emocional con mapas afectivos y colaborativos de la situación existente para entender la apropiación del espacio por parte de la comunidad y los impactos ambientales.