Contexto y problemática

La ciudad de Mechelen se encuentra situada en la región de Flandes, en el norte de Bélgica. Al igual que el resto de la región, los dos grandes desafíos para el futuro de la ciudad son el rediseño de la movilidad y la adaptación al cambio climático.

El clima de Mechelen, con veranos cortos pero con muchas horas de luz, y largos y oscuros inviernos, hacen que el uso de espacio público sea muy estacional. Las plazas y parques están llenas de eventos y actividad durante los veranos, sin embargo el resto del año parecen desiertas, especialmente una vez que se pone el sol.

La trama medieval del centro de la ciudad, con sus calles estrechas, no provee suficiente soleamiento durante el invierno. Por otro lado, los espacios abiertos del centro rara ver proveen elementos de sombra, y apenas árboles y vegetación que ayuden a combatir las olas de calor cada vez más frecuentes.

La cultura flamenca dicta que durante el invierno la vida ocurre casi exclusivamente en la esfera privada. Las limitaciones que el clima impone a la utilización espacio público se dan por sentado, y el confort climático raramente se considera el diseño de estos espacios. Sin embargo, con un influjo cada vez mayor de población migrante de climas cálidos, ¿podría esta influencia cultural influir el diseño de futuros espacios públicos?

Propuesta

Una primera exploración del proyecto me llevo a proponer algunas estrategias de “mediterraneación” de la ciudad, como invernaderos/jardines de invierno, estructuras de sombra temporales y un mayor énfasis en la relación y el disfrute del agua en la ciudad

Finalmente, mi propuesta se centra en la liberación de espacios interiores de manzana para generar nuevos espacios verdes en la ciudad, respondiendo a la necesidad de aliviar el efecto de isla de calor. Para esta propuesta he tomado inspiración de la tradición renacentista de jardines amurallados, cuyos microclima artificiales permitían el cultivo de especies exóticas. De la misma forma, los nuevos espacios interiores ofrecen la oportunidad de generar jardines de invierno que permitan el disfrute durante los meses mas fríos, pero también proveen espacios para nuevas actividades productivas, tales como el comercio y la generación de energía.